REVISTA ROTAS CADENAS AÑO 5 NÚMERO: 5:
CENMA María Saleme de Burnichón.
Directora: Silvia Gerosa
Docentes a cargo del proyecto: Dirección: Prof. Liliana Giménez. Coordinación y articulación: Prof. Margarita Rivella
En esta edición los textos fueron trabajados en las clases de: Prof. Margarita Rivella, Prof. Fernando Stagliano, Lic. Emanuel Gatto Mainetti, Prof. Deolinda Pereyra, Prof. Daniel Mazarico, Prof. Vanina Bonetto, Prof. Sergio Vaca, Prof. Fátima Montes  y Lic. Liliana Giménez.
Agradecemos el apoyo  de María Fernanda Casas Guillot y Carlos Torino.

Versión para hojear aquí

EL JUEGO DEL LENGUAJE

*Por Liliana Giménez

“El verbo leer no admite el imperativo. Aversión que comparte con otros verbos: el verbo amar, el verbo soñar” (“Como una novela” de Daniel Pennac)

Hace cinco años nació esta idea: la producción de una revista escolar que posibilitara la conformación de un espacio integrador. En ella se reúnen distintas subjetividades, visiones del mundo, creencias -en el marco colectivo de la escuela- con el espíritu de trascender los muros y conectar a nuestros alumnos entre ellos y con su comunidad en el “afuera” (familiares y conocidos).

Al amparo de la idea vigostkiana de que el juego y el lenguaje representan el intento humano más fundamental para trasceder el aquí y el ahora, para nosotros, recuperar la palabra de nuestros alumnos y darla a conocer se ha convertido en nuestro principal objetivo.

El epígrafe inicial no es casual, no se trata solo de escribir sino también de leer; confrontar entre la diversidad de textos que se trabajan en el aula y ofrecer a los alumnos la ocasión de enfrentar la diversidad social, cultural, filosófica para que, luego, sean capaces de producir textos con su propia voz.

Muchos de nuestros alumnos no vienen de lecturas impuestas. La gran mayoría ha superado agónicamente el nivel gráfico o técnico y pocos han podido desarrollar una relación de deseo para con la literatura y para con el objeto libro. Y, por eso mismo, todo está por descubrir.

En estas páginas hallarán los textos que nuestros alumnos escribieron luego de leer, conversar y discutir en la escuela, en la biblioteca, en el CAJ (Centro de Actividades Juveniles).

Muchos han sido reescritos y repensados, lo que representa una victoria sobre tantos “Yo no puedo” o “Yo no sé” murmurados por ellos ahora, pero internalizados a fuerza de una larga historia de fracasos escolares y de expulsiones del sistema educativo.

En estas letras está la lucha contra la apatia, la abulia y la desesperanza que en tantas oportunidades vence a nuestros alumnos en esta institución total; que los “tira para atrás”, que los “quiebra”, que los deja vacíos de deseo y de lucha.

Cada texto es un homenaje a los versos del poeta Camilo Blajaquis:

Poemas candados

 

Yo vi belleza en cada paliza.

Y en cada requisa planeé mi futuro.

De los tiroteos quedó esta mirada.

De años con celda tengo tantas ganas.

De la calle un doctor, maestro y artista.

De las horas en visita, mis lecciones de dolor.

Como gira en madrugada, el ritmo de mi poesía.

El chamuyo con los pibes, hoy mi única alegría.

De la droga un turista, un simple consumidor.

Del hambre el resentimiento transformado en mi canción.

Verdegueadas de la yuta, como el sol de cada día.

De esos seres del juzgado, mi alimento de injusticia.

La lluvia sobre las chapas suena sobre mi conciencia.

Da razón a la esperanza, que va escribiendo mi cuento.

TALLER: “DESDE EL PARADIGMA DE LO POSIBLE”JORNADA “ESCUELA, COMUNIDAD Y FAMILIA”

 

Docentes a cargo: Prof. Daniel Mazarico, Prof. Vanina Bonetto, Prof. Margarita Rivella, Prof. Emanuel Gatto, Prof. Sergio Vaca y Prof. Fernando Stagliano, Prof. Fátima Montes.

 

El jueves 19 de junio, en el anexo 05 de nuestra escuela ubicada en el MX1, realizamos las jornadas de “Escuela, Comunidad y familia”.

A partir de la propuesta enviada por el Ministerio de Educación de la Nación y, atendiendo a la especificidad de nuestro contexto educativo, definimos dos ejes para abordar grupalmente en formato taller: “Igualdad de oportunidades” y “El derecho a la educación”.

A continuación compartimos las producciones que los distintos grupos de trabajo hicieron luego de mirar el video “Trabajo decente- MoCaSE Vía Campesina y Escuelas Nº 784 y Nº1020” y vincularlo con nuestra realidad educativa.

Igualdad de oportunidades: ¿Qué cuestiones serían posibles de implementar (desarrollar) para mejorar la inclusión, la permanencia y la igualdad nuestra escuela?

No interferir los horarios de la escuela con la fajina.

Que se respete el Derecho a la Educación a pesar de nuestra situación de encierro (que nos saquen a la escuela a horario).

Facilitar la obtención de la documentación, DNI, certificados, pases (sobre para todo para los que están aislados y sin visitas).

Favorecer la información sobre el rol de la escuela y las actividades que se desarrollan en el ámbito educativo.

Mayor información de los derechos como alumnos (Ley 26.695)

Acceso a los insumos básicos para estudiar.

Considerar los mismos derechos para todos independientemente del lugar de alojamiento (superar el estigma del 'fondo' vs 'adelante'.

Organizar proyectos para lograr una adecuada reinserción social.

Implementar talleres de oficio.

Promover el debate sobre problemáticas actuales de la sociedad (salud, ambiente, desigualdad, trabajo, etc.)

El derecho a la educación: ¿Qué cuestiones serían posibles de implementar (desarrollar) para garantizar el acceso a “derechos” en nuestra escuela?

La importancia de la escuela y la educación en todos los casos ayuda a reintegrarse a la sociedad, también lo tomamos como una herramienta para enfrentar las diferentes situaciones de vida con pensamientos abiertos a una realidad más favorable.

Cuestiones posibles de implementar en este contexto el cumplimiento de horarios que el Servicio debería cumplir para que no empecemos la jornada con estos retrasos que nos complican la educación.

Contar con la utilería necesaria como libros hojas y material de estudio.

Tomar conocimiento sobre los derechos que tenemos.

Respetar los horarios educativos que nos corresponden.

No interponer los horarios de la escuela con las áreas recreativas y el trabajo.

Lograr el acceso a los cursos de capacitación laboral.

Poder usar las computadoras que tenemos y no se utilizan.

Hacer funcionar la biblioteca.

Que se provea de los materiales para la educación como hojas, lapiceras, libros, tecnología, etc.

Más libertad para los docentes en las actividades extra-áulicas (videos, fotocopias, talleres).

 

LEO LUEGO ESCRIBO

Una de las consignas del trabajo de taller en la materia Lengua con la profesora Liliana Giménez es: “Leo luego escribo”. Cada año, una novela diferente, canciones, poemas... Este año, la novela fue “El amante” de Marguerite Duras, primero, como texto literario y, luego, en su versión fílmica. De la prosa de esta autora se intentó rescatar para la propia escritura la relación de dos momentos en una misma historia. Los textos tienen muchas reescrituras. Fueron trabajados atendiendo las reglas de coherencia, cohesión, ortográficas. También se trabajó con la voz narradora, el desdoblamiento de la primera y la tercera persona y la aplicación de recursos poéticos (imágenes, metáforas, etc.).

Muchos de los textos tienen que ver con la infancia o la adolescencia probablemente porque la evocación de imágenes de este período sea la más rica e imborrable. Con ustedes, los autores.

 

Me desperté con una extraña sensación al mirar el amanecer. Mientras me levanto de la cama me pongo las zapatillas y la campera sobre mi espalda curvada pero que, por suerte, no me duele. Está curtida por el sol, pero no está quemada; está cargada pero aún sigue con fuerza. Me paro, me dirijo al baño. Todo me parece más pesado más complicado pero sigo, tengo que llegar a ver ese hermoso amanecer que está por llegar. Salgo del baño en una sola dirección, camino lo más rápido que puedo, es inútil, mis piernas no tienen los reflejos de cuando yo era un niño, ahora se arrastran. Miro el reloj, todavía es temprano pareciera que la hora no pasara nunca. Espero que el momento llegue, me siento en un sillón que está enfrente de la ventana. El sillón es de cuerina, amarronado, es muy viejo, pero confortable. Mi mamá lo compró en una tienda de esas donde compran usados, los reparan y luego los venden a un precio accesible. El momento ha llegado, los pájaros con sus primeros sonidos. Una mañana muy hermosa, sale el sol desprendiendo rayos de luz, el color es muy anaranjado, muy fuerte, mis ojos empiezan a achicarse, a arrugarse. Baja la mirada, elude el sol, pero él quiere mirar el resplandor, sube su cabeza con miedo de que un recuerdo lo haga llorar, que no aguante. Es inevitable no recordar esos momentos de pies descalzos, de risa fácil. Una lágrima rueda sobre su mejilla. Me paro sobre el sillón para apreciar un poco más. Es domingo nadie se levanta tan temprano. El amanecer es todo mío. Vuelan las palomas, gritan los teros, cantan los pájaros, me apoyo en la ventana, el sonido de una calandria me traslada a mi infancia. Recuerdo que cuando tenía tan solo ocho años, me despertaba mi madre. Me decía: "ya es tarde, no es hora para seguir durmiendo. Arriba, arriba, hay que levantarse”. Me refriego los ojos como si tuviera arenilla, me pongo un pantalón de algodón y una remera a rayas azul y blanca, unas zapatillas parecidas a las Topper pero que no son de esa marca. Son de esas que dan en el PAICOR en la escuela donde yo curso. Es una escuela en el medio del desierto, es linda, hasta podría decir que es bonita, pero queda lejos o quizá sea yo que tengo los pies pequeños. Mi madre me dice “andá a lavarte la cara antes de desayunar”. Nunca le hacía caso. Cargaba un jarrito con mate cocido, la mitad de un pan casero. Mi mamá hacía el pan más rico del mundo. Nunca desayunaba en la mesa con mis otros hermanos, me iba para el patio, adonde tenía un canasto de mimbre donde me sentaba a desayunar. En el fondo de casa,siempre frente al sol. Había árboles de frutas, naranjas, quinotos, manzanas, higos y otros frutales que daban en invierno. Nunca entendí porqué me gustaba mirar el sol ¿será porque da calor o por su color amarillento o es por el solo hecho de mirarlo? Somos tres hermanos: Miguel, el mayor y el más mimado por mis padres pero más aún por mi papá. Él pedía un triciclo y lo obtenía y yo pedía un autito y me traían una pala, pero no de juguete. Le seguía mi hermana Isaura. Su nombre es muy peculiar. Mi padre decía que cuando nació mi hermana, no le habían encontrado un nombre, él salía desesperado afuera del hospital a tomar un poco de aire, mientras fumaba un cigarrillo, levantó la mirada hacia la ruta y vio un camión cisterna de gran porte que se deslizaba lentamente, como en una proyección, hasta que se perdió sobre la inmensidad de la oscuridad. Sobre los laterales del camión decía: “Estación de servicio Isaura”. Después sigo yo: “el más tranquilo” Una vez mi madre me ató con una cuerda a su cintura para que no me fuera. Cuando me mandaba alguna macana ella me decía: “no te me vas a escapar más, cuando te llame vas a estar a mi lado”. Siempre con mis “mocos”, a lo mejor, si los hubiera hecho de pura maldad no me hubieran salido. Me acuerdo que un día había llovido como nunca de esos aguaceros que jamás se olvidan. En casa comenzó a entrar agua. Con mis padres y mis hermanos nos pusimos a sacar el agua, pero era inútil, el agua seguía entrando. Mi madre comenzó a subir las cosas de valor, que eran muy pocas, entre ellas el perro Osito la mascota preferida de mi padre. Mamá puso todo sobre una mesa menos el perro. Ella me dijo que pusiera a Osito en un lugar seco pero no en la mesa ni en la cama. Entonces, con los nervios, lo coloqué en el interior de una fuente. Al rato, el perrito desapareció. Salió por la puerta, navegando, el primer perro marinero. Nunca más lo volvimos a ver. JONATHAN JIMENEZ 2° "A" MD1

 

A mí me sucede que describir o narrar mi vida me causa un sabor incierto, porque cuando fui niño me encontraba viviendo en un pueblo llamado El Perchel con mis abuelos. ¡Disfrutaba de momentos tan felices en la escuela primaria! Como cuando iba en burro o caballo con todos mis compañeros. Pero a medida que iba creciendo, esa felicidad tenía como una desilusión. No por mis abuelos o tíos sino porque veía que los años pasaban yo necesitaba crecer y ellos seguían luchando por sobrevivir con un poder económico regular. Por eso, yo tuve que emigrar para la ciudad y buscar nuevos rumbos. Me costó mucho porque tenía solo el colegio primario. Eso me jugó en contra en la ciudad, para todos los trabajos. Pero tuve suerte porque encontré un buen laburo y pude progresar en mi vida. Formé una pareja aunque no prosperó. No me quejo porque tuve un hermoso hijo que es mi vida. Ahora mis seres queridos están como siempre han estado: a mi lado en toda situación jodida de mi vida (como la que me encuentro en este momento). Es muy bueno que tu familia esté a tu lado. La situación que tengo clara es que voy a volver al campo de mis abuelos a hablar con los pajaritos en el amanecer tan lindo como un océano, a oír el ruido lejano de los autos (y el colectivo que lleva a la ciudad) y a sentir el perfume del humo de las cocinas a leña. Así se vive en la cañada de la montaña como en una neblina de color celeste que nos llena de paz y felicidad. JAVIER DÍAZ 2° "A" MD1

Desde muy niño supe cuál sería mi destino, o, creí saberlo. Porque la vida muchas veces te va desviando de lo que soñabas ser tanto que cuando haces un balance y te preguntás: ¿Dónde está el que fui? ¿Dónde quedó el que quería ser? ¿Esto era crecer? ¿Y el amor? Pasó tan fugaz que no hubo tiempo ni de extrañarlo. A los 12 años tenía otro concepto de crecer, a esa edad todo parece posible y en mi caso aún más. Por ese tiempo mi admiración por un humorista era tal que tomé la decisión de ir a conocerlo. Sin tomar en cuenta que desde Deán Funes a Capital Federal había más de mil kilómetros y para un pibe esa distancia parecía agrandarse. De eso me daría cuenta cuando ya estuviera en viaje. Convencí a un amigo y a mi hermano mayor de acompañarme: “Haciendo dedo llegamos en un día”. Por supuesto que no les dije el verdadero fin de mi viaje. Ellos siempre creyeron que era para buscar trabajo, para ayudar a nuestros padres: “Basta de ser nenes de mamá”. A trabajar. Todo mentira. El único fin era estrecharle la mano a aquel humorista y luego regresar porque era eso nada más: un apretón de manos y decirle gracias. Era un tiempo sin celulares, internet ni redes sociales.Todo se limitaba a la radio AM y a la TV en blanco y negro. En los primeros días del 86 nuestra sociedad llevaba más de dos años de democracia y, de a poco, fuimos recuperando cantautores, actores, escritores y toda una corriente popular de artistas a los que les había sido demasiado difícil expresarse. Algunos habían debido abandonar el país, perseguidos por la dictadura militar que gobernó del 76 al 83. El humorista, no había sido la excepción. No había abandonado el país pero no había podido trabajar por un tiempo largo. Primero debió sacar el rango de capián a su personaje infantil hasta que lo sacaron directamente de a él de la TV. En 2008 llegó a la ciudad un museo itinerante en el cual se exhibían sus fotos, ropas, videos y escenografías utilizadas en su programa. Recordé, mientras miraba aquello, todo lo que hice para poder conocerlo...Habían pasado veinte años de su partida. DIEGO BAZÁN 2° "A" MD1

 

Por las noches, antes de dormir, suelo recordar días de mi infancia. Cuando llegaba del colegio solía dejar la mochila y el guardapolvos y me iba a la casa de mi amigo Yoni porque me gustaba mucho jugar con él. Me acuerdo que al frente de su casa había una cancha que tenía un verde césped. Atrás de eso, un descampado lleno de árboles. Como cerca de esta cancha había corrales de caballos siempre se sentía olor a guano y, a la vez, olor a vegetación. En cada siesta que pasaba allí, mientras jugábamos, se sentía a lo lejos la bocina del tren que por ahí pasaba. A la tarde, cuando terminábamos de jugar, que se hacía la hora de la merienda recuerdo el olor de la grasa con la que su mamá nos hacía unos ricos fritos para que comiéramos con el mate cocido. Hoy, ambos tenemos 21 años y de vez en cuando sabemos juntarnos a jugar al fútbol en esa misma cancha. Todo está igual: los olores, los sonidos que vienen a mi memoria de esa parte de mi infancia tan linda pero, ahora siento que la tristeza es como una mochila demasiado pesada ¡tan diferente de la que llevaba cuando niño! porque ese tiempo ya no puede volver y yo ya no soy el mismo. DIEGO DIAZ 2° "A" MD1

Al pasar el tiempo, encontré a mi primer amor: Valeria. La chica con quien todos querían estar. Una muñeca, una princesa. Ella tenía dos años más que yo. Al principio no me daba ni la hora pero yo quería conquistar su corazón. Cuando el portero tocaba la campana, yo era el último en salir para poder chocarla y así poder saludarla, pidiéndole disculpas...pero nada. No sé si era demasiado chico o ingenuo para ella. Siempre con sus amigas, una más agrandada que la otra: tenían pintura en todo el rostro pero los talones negros. Para el acto del 25 me pidieron que bailara y puse como condición que ella fuera mi pareja de baile. La maestra me lo negó. Esa tarde me puse a pensar en cómo hacer para que se fijara en mí. Al día siguiente, la seño trajo una guitarra y me dijo que tendría el papel principal ya que cantaría “Luna tucumana”. Tenía 30 días para aprenderme la canción. En mi casa ya no me querían escuchar más decían que les estaba lastimando el aparato auditivo. Un día, al salir de los ensayos, el portero me preguntó qué me pasaba que ya no molestaba como antes: “Estoy enamorado de Valeria” le digo y él me dijo que una chica como ella no me daría ni la hora pero “jugátela” y me sugirió: “prepará un recitado o algo así”. Yo sabía que la maestra no me lo iba a permitir pero la necesidad de gritar mi amor me reventaba el pecho El día más esperado había llegado: todos de pie, entró la bandera, cantamos el himno. Comencé a tocar la guitarra y a cantar, no gritaba sino lloraba. Me quedé en la mitad del tema y dije: ”Para la chica que me tiene delirando de amor, aquí van estos versos. Para la chica más hermosa del curso, la que tiene carita angelical. He tratado de impresionarte de mil formas. Un día, en un recreo hice un gol y te lo dediqué pero vos te levantaste y te fuiste; aunque haya sido en contra te hubieras quedado a seguir viendo el partido. Para el día de la primavera te dejé una flor en tu pupitre pero resultó ser que era el banco del bravucón del grado y luego me ligué una paliza. Y cuando tuvimos que plantar unos árboles, estábamos en el mismo grupo. El profe decía que había que ayudarse unos a otros, entonces yo me corté el dedo con la tijera para que me asistieras y vos me quedaste mirando mientras que yo gritaba como un chancho. Perdí medio litro de sangre hasta que vino el maestro (...) Hoy me encuentro frente a ustedes para que sepan lo que siento cuando la estoy mirando”. Me retiré en silencio hacia el grado y por detrás me seguía la maestra quien me preguntó qué había hecho. -Amar -¿Qué? -Sí, lo que escuchó, siento amor ¿o acaso nunca hizo una locura por amor? Al día siguiente me la encontré y se sonrojó. Me saludó. Yo estaba más contento que perro con dos colas. Mi corazón latía como nunca lo había escuchado. -Te quiero, Valeria -le decía mientras la besaba y la abrazaba. Hoy, ella ya no está pero me ha dejado dos hijas hermosas y un gran amor en mi pecho. Nunca encontraré un amor como Valeria. JONATHAN JIMENEZ, 2° "A" MD1

ANECDOTARIO

Los alumnos de los primeros años del anexo 2 y 6 trabajaron con la Prof. Liliana Giménez, sus textos bajo la consigna: "A ESCRIBIR SE APRENDE...ESCRIBIENDO" Relataron una anécdota siguiendo los pasos de Planificación, Escritura y Revisión. En la etapa de planificación, eligieron el hecho que relatarían y determinaron la persona gramatical que utilizarían. Ya en la etapa de escritura atendieron a los elementos: lugar, tiempo y personajes. La Revisión fue lo más arduo pues debían seguir la siguiente guía: ¿He relacionado las ideas de cada párrafo entre sí y cada uno con los demás? (uso de conectores) ¿Tuve en cuenta la estructura de presentación, desarrollo y conclusión? ¿Revisé el vocabulario para evitar repeticiones? ¿Corregí la puntuación y la ortografía? Aquí algunas de las anécdotas trabajadas.

 

Tenía 12 años. Fue en el 82. Era verano. Junto con 5 amigos éramos vecinos. Nos fuimos a las 5 de la tarde caminando. Nos habían regalado en la escuela entradas para conocer un parque de diversiones en la ruta 20 camino a Carlos Paz. Sin pedirle permiso a nuestros padres salimos para el lugar. Lo primero que hicimos al llegar fue subirnos a un juego que se llamaba “El látigo”, después a “Los botes”, luego presenciamos un espectáculo en el que actuaban enanos. Nos divertimos mucho. Recuerdo que ya estaba siendo de noche cuando nos subimos a la vuelta al mundo. Era la primera vez que yo subía. En cuanto empezó a dar la vuelta, se cortó la luz. Quedé en lo más alto. Mis amigos se divertían. Yo miraba la altura en la que estaba. Empecé a llorar, me agarró mucho miedo. Cuando nos bajaron, luego de dos horas, ellos se me reían. Nos volvimos a nuestras casas donde nos esperaban nuestros padres. Los míos no querían que me juntara con ellos nunca más. Pero fue la vida la que nos separó: fuimos amigos y hermanos. Por el destino y sus consecuencias ellos están con Dios. Fue lindo recordar, para escribir esto, ese momento de mi adolescencia. MARTINEZ CARLOS MARCELO 1° "B" MX2

En primera persona necesito saber qué es la vida sin la muerte. Las vueltas de la vida me han llevado a estar hoy en prisión y a volver a escribir. Me había olvidado de surcar la hoja con mi trazo literario. Cuando tenía 8 años actué en una obra de teatro que se llamó San Vicente Superstar y desde entonces me sentí inclinado por el arte. Amaba ese barrio donde jugaba con mi triciclo bajo la sombra de los árboles. Los vecinos, si es que alguno está vivo todavía, no se deben de acordar muy bien de mí porque yo jugaba y molestaba a la hora de la siesta. Fue en una de ellas, allá por el '77 o '78, cuando viví una experiencia que me marcaría para siempre. Sentí una frenada y escuché a muchos hombres que identifiqué como policías que entraban a la casa vecina. Yo espiaba por la ventana hasta que uno de ellos me apuntó con un arma en la cabeza mientras me decía: “Metete adentro”. Esos vecinos, a los que tanto molestaba ya no estaban más. Se fueron para siempre. Así viví uno de los tantos secuestros que realizaron los militares. Gonzalo Chávez Cabral , 1° "A" MD1

 

De las vacaciones del 2006 poco recuerdo. Se juntó toda la familia por parte de mi viejo en una casa que había alquilado mi tío. Como éramos una familia numerosa tuvimos que armar una carpa para dormir porque no cabíamos. -Armala en la terraza- dijo mi tía. -No -dijo mi hermana- es un lío subirla. Finalmente la armamos junto a la piscina, en el patio. Fue un día espléndido hasta que empezó a caer la noche y con ella una feroz tormenta. Comimos, bebimos y nos fuimos a dormir. Tipo 3 de la mañana, se largó a llover con todo. Vientos huracanados nos obligaron a tomar lo que pudimos y correr hasta la casa. Al otro día, cuando el clima se había calmado nos pusimos a revisar qué tipo de daños había causado el tormentón. Nos llamó la atención el que no encontráramos la carpa y bien que la buscamos. En eso, de la nada, apareció un hombre. Era un vecino que preguntaba a quién pertenecía la carpa que se había encontrado en el jardín de su casa. Con mucha cara de asombro mi abuelo dijo: -Es nuestra. Y la fuimos a buscar. La miramos y tenía daños menores. Mi hermano aprovechó la ocasión y le dijo, irónico, a mi tía: -Mirá si la hubiéramos armado en la terraza... DARÍO VERA 1° "A", MD1

 

VIAJE AL SUR DE NUESTRO PAÍS Un amigo me pidió que lo acompañara al sur (…). No conocía el sur de Argentina, me atraía la posibilidad de conocerlo. Fue un viaje largo y agotador pero muy interesante ya que pude conocer el mar, lobos marinos y pingüinos. (…) Lástima que no era la temporada en la que se podía observar a las ballenas. Prometí volver a viajar para ese acontecimiento pero, esta vez, con mi señora e hijos para enseñarles lo lindo que es nuestro país. Carlos S. MX2 1° “B”

 

En febrero de 2010 decidimos ir de viaje al Cerro Colorado con mi señora. Fue un aburrimiento total ir en el colectivo seis horas sentado. Cuando llegamos era como la una de la mañana. No encontrábamos lugar para dormir pero teníamos una carpa. Lo peor fue esa noche. Me olvidé de atar la carpa y llovió tanto que nos mojamos. Al día siguiente fuimos caminando para buscar una cabaña. De repente, nos para la policía, nos hacen el control y nos preguntan qué hacemos en ese lugar. Les respondimos que estábamos de vacaciones y buscando lugar para alquilar. El oficial nos dio una dirección y logamos encontrar cabaña. Estuvimos una semana y volvimos a Córdoba. Justo casi al llegar, me olvidé la billetera en el bolso de mi mujer. Allí, tenía una carta de otra chica que ella encontró más tarde. Tan lindo que la habíamos pasado y se arruinó todo en un minuto. Jorge F. MX2 1° “B”

 

Soconcho Las luces del alba clareaban en la serranía cordobesa cuando nos adentramos en el monte. Con mi amigo Jonás y mi hijo Josué caminábamos por el sendero de cabras cuando sentimos un rugido. Era un puma entre la maleza y la hojarasca. Nos asustamos, nos sentimos acorralados por la bestia cuando en realidad nosotros estábamos armados. Miramos bien y vimos que en realidad estaba defendiendo a su cría y su instinto la llevaba a enfrentarnos a pesar de todo. La respetamos y salimos corriendo por el monte. Volvimos a la ciudad, a la rutina del trabajo de bancos y proveedores. Llego al bar y me pido un café. En el diario, un titular: “Madre mató a su hijo en un ataque de ira”. Enseguida me acordé del felino que estaba dispuesto a defender su cría en el monte. ¿Qué clase de bestia es el ser humano? Gonzalo Chávez Cabral , 1° "A", MD1

 

“Un cañito” Transcurría un día común en la cárcel de Bouwer en el que estábamos un grupo de fajineros de mantenimiento. Esperábamos una nueva orden para salir a trabajar. Era un día frío, ventoso, de invierno en el que se realizaban, únicamente, urgencias. En el taller se encontraba Roberto, Eduardo el Gringo, Darío, Daniel alias el Flaco y el Maestro Méndez. En ronda de mate y charla se debatía sobre el trabajo, historias de vida, de la familia, mujeres, proyectos, etcétera. Todo es amplio en este lugar donde parece que el tiempo se detuviera y de una u otra forma se lo debe matar. Suena el teléfono. Méndez lo atiende. -Ya salimos-dijo. -Tenemos un calefón que reparar. El Gringo dijo: -Ah...sí, es el que está en el C2. -Sí. Carguen las herramientas que vamos para allá. Llegamos al auxilio y se debatía quién haría el procedimiento. Los voluntarios: Roberto y el Flaco. Todo transcurría a la perfección. Casi alardeando de que él era el mejor dijo Roberto: -¡Uh, se rompió! Se hizo un silencio sepulcral. El Gringo que estaba a mi izquierda empezó a reírse hasta llorar de risa. -Ja, ja, ja ¡Oh, Dios y según él es el mejor, jajaja! Pared de por medio a mi derecha el Flaco casi sonriendo con cara de cómplice y partícipe necesario dijo: -Se rompió un “cañito”. Roberto tenía cara de pedir clemencia, no lo podía creer. No había repuesto en todo el complejo. Pero eso no era todo, sino que había que decirle al Maestro de la rotura del “cañito”. Eduardo no podía parar de reírse, con sus ojos lagrimeando, de cuclillas tomándose el estómago. En eso, el Maestro mirándome con su fuerza imponente: -¿Qué pasó? Se la mandaron… No podía sostener más la seriedad del caso. Uno llorando de la risa, otro lamentando la macana, el Maestro rezongando porque su turno ya finalizaba y no se podía dejar ningún trabajo pendiente. Cuando nos tranquilizamos, había que buscar el repuesto. Eduardo dijo: -En la exclusa (ingreso de las internas al correccional) hay una cocina que es tu salvación (de Jorge y Roberto). Sacamos el repuesto con mucho cuidado y regresamos al lugar. Se presenta otro maestro (al que le dicen la Tortuga) para ayudar. Roberto dice: -Ahhhh, ahora me retiro que se haga cargo la Tortu. -No hay problema, hermano, estás en buenas manos. La Tortuga es gasista así que nos “lavamos las manos”. Comenzó su tarea bajo la atenta mirada del Flaco, lo midieron, era de ahí. El destino parecía que conspiraba a nuestro favor. Ya casi sin sol, la noche nos ganaba la pulseada y el frío se sentía mucho. El cañito solo era diez centímetros más largo. El Maestro lo tomó en sus manos y le dijo al Flaco: -A esto le hago una colita de chancho (un rulito). Todos gritamos: -¡No, Maestro se puede romper! -Nahh, mirá...Y en la segunda vuelta se sintió: “clic”. -¡¡Nooooo, se rompió otra vez!! Ahora no me contuve. Me reí hasta llorar. Por supuesto que el Gringo no se quedaba atrás, se sumó Roberto, el Flaco, ya todo era más que risa, carcajada. Méndez termino yéndose tarde, indignado por lo sucedido. La Tortuga se fue a mantenimiento del MD2 donde encontró en el último recoveco la pieza de nuestro mal día. Llegó en un tractor riéndose porque ya eran como las ocho de la noche y todavía no habíamos podido lograr nuestro objetivo. Regresamos a la zona del “accidente”. No hubo santo que dejáramos sin invocar. Nuestras súplicas fueron escuchadas, se puso el “cañito” y terminamos el trabajo. Todo terminó cerca de las nueve de las noche, riéndonos y 'pasados' de frío. Pero, al final, no hay trabajo que se resista a la cuadrilla de la risa. DARÍO DÍAZ 2° "A" MD1

 

TALLER LITERARIO CAJ

En junio de este año, iniciamos el taller literario en el marco del CAJ (Centro de Actividades Juveniles) que funciona en el MD1. El objetivo del mismo, apunta a crear un espacio de discusión y reflexión sobre la literatura, el lugar del lector y del arte en general. Los miércoles desde las 14hs hasta las 17hs, nos reunimos en la biblioteca con el fin de estimular la lectura como puro goce, siguiendo fielmente la frase de Borges: “Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído.” A continuación, los invito a compartir el texto de un participante del taller, a propósito de una consigna planteada en un encuentro, donde cada uno era invitado a definir qué concepción e idea de la literatura los definía: Sueños de Robespierre La literatura es la fantasía hecha realidad o un esfuerzo por hacerlo. Esto me recuerda, que alguna vez una multitud al grito de "¡A la bastilla!" arrasaba el Palacio de Versalles, mientras los guardianes se arrojaban de las torres y otros, sobre sus espadas. "Libertad, igualdad y fraternidad" se escribió con sangre y la Reina preguntó refiriéndose a la revuelta: -¿Qué quieren estos? - Pan- respondió alguien -Entonces, que coman torta- sentenció la Reina… Autor Daniel F. Coordinador del taller literario Emanuel Gatto Mainetti

TRABAJO DE INGLÉS

En el tercer año del MX2, con el profesor Stagliano, se trabajó el tema "consumismo" y, en primera instancia, se analizaron publicidades en castellano y en inglés. Se debatió sobre la necesidad que las distintas marcas crean en los ciudadanos y se planteó una toma de conciencia acerca del consumo a nivel individual y colectivo. Se resolvió realizar pósters con una imagen y una leyenda con el objetivo de llamar la atención y hacer reflexionar al público sobre la necesidad de consumir. El objetivo de esta tarea era que los alumnos descubrieran estrategias de venta en ambos idiomas y sus respectivas culturas y que pudieran debatir sobre la tendencia del consumo masivo y compulsivo. Texto: "Living to work, to buy, and to be a consumer is not to evolve." Traducción: Vivir para trabajar, comprar y ser consumidor no es evolucionar". Los autores son Ariel A y Marcelo P.

 

DESARMANDO MITOS SOBRE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

*Trabajo realizado con la prof. Margarita Rivella

Compartimos algunas reflexiones sobre la violencia hacia las mujeres elaboradas a partir de “mitos” que, instalados socialmente, contribuyen a reproducir estereotipos de género y la violencia machista. Con las alumnas de tercer año de nuestra escuela usamos como punto de partida el libro de Mariana Carbajal “Maltratadas, violencia de género en las relaciones de pareja” y otras producciones sobre esta temática con el objetivo de desnaturalizar algunos prejuicios y confrontarlos con la propia experiencia.

 

“SOLO LAS MUJERES IGNORANTES Y SUMISAS SON MALTRATADAS” Gladis S.: “La violencia hacia la mujer no es solo una condición sobre algún tipo de mujer. Se manifiesta en todos los sectores sociales y en todas las condiciones intelectuales, aun a las más preparadas y poseedoras de las riendas de sus vidas les puede pasar. En algunos sectores sociales se manifiesta más abiertamente que en sectores donde la mujer esconde lo que le ocurre y, muchas veces, esto sucede por una cuestión del “qué dirán” dentro del círculo donde se convive. Muchas veces los valores inculcados desde la niñez hacen que muchas mujeres se conviertan en ´sumisas” para seguir reglas por “costumbres” implantadas desde niñas. Mariela V.: “El ser maltratadas no es solo para las mujeres ignorantes, puede que sean los casos más frecuentes por no saber defenderse legalmente. (…) en las familias más importantes es peor el maltrato, porque siempre quieren aparentar ser familias perfectas pensando en que van a decir los demás y no querer ver una realidad que es la que están viviendo día a día. Es más fácil enterarse de un caso de violencia de género en familias más humildes que en las familias importantes.” “LA VIOLENCIA ES COSA DE POBRES” Rosa G.: “Por supuesto no tan solo las mujeres de la baja o media sociedad sufren maltrato y agresiones sino también las de la alta sociedad. En una época, las familias ocultaban toda clases de violencias pero ahora es visto a nivel mundial como, por ejemplo, con una actriz y cantante como ´Tina Turner´” Isabel M.: “Es un mal que involucra a todos los niveles sociales y culturales. Los ricos o personas con más poder resuelven más rápido esta problemática porque su entorno socioeconómico les facilita otras alternativas” “SI SE QUEDA ES PORQUE LE GUSTA QUE LE PEGUEN” Mariela V. : “A ninguna mujer le gusta ser maltratada física o psicológicamente. Si alguna persona se queda en ese lugar puede ser por querer aparentar que está todo bien y no pedir ayuda. Puede ser por miedo, si ha sido amenazada por el agresor. Porque tiene la esperanza de que él cambiará en algún momento. Por creer que está enamorada. A veces por no sentirse capacitada ya que está acostumbrada a que esa persona la mantenga” Rosa G.: Cualquiera puede decir : ´se queda, ya se lo dije varias veces que se fuera pero no escucha´, ´le gusta vivir golpeada, maltratada´. Es fácil decir eso, se ve que nunca han pasado por esos momentos. En cambio la víctima es una persona sumisa, encerrada en sí misma. No es que le gustan que le peguen (…) pasa que el mismo miedo, las amenazas y el pánico que se siente hace que la persona se quede petrificada, atemorizada por las amenazas y golpes de su pareja. Es algo tan aterrador que hay momentos que no se sabe si correr o quedarte a que te maltraten porque solamente la mujer, que junto a sus hijos, ha vivido la violencia puede contarlo si quedó viva. NO DIGAN QUE NOS GUSTA QUE NOS MALTRATEN”.

 

Gladis S.: “Muchas y en casi todos los casos la mujer soporta muchos años de violencia porque el hombre produjo en ellas que la autoestima sea tan baja que creen que ellas producen o provocan la situación porque el hombre ahondó tanto en su psiquis que él resuelve por ellas sus vidas. El miedo también hace que duden de tomar la resolución de salir de esa situación. La parte económica es muy importante ya que en el momento de resolver irse ´¿Cómo lo haría?´ si no tiene alguien que le facilite la forma de tomar la decisión. La mujer se queda porque muchas veces no tiene la manera o la forma de tomar la decisión ni ayuda que la pueda alentar a salvar su vida y las de sus hijos” “LOS HOMBRES SON VIOLENTOS POR NATURALEZA” Alicia L.: “Desde mi punto de vista los hombres no nacen violentos. Son violentos al crecer en un ambiente violento y al tener que vivir en ese ambiente ellos se hacen violentos y creen que siempre tienen razón. Aparte de violentos son autoritarios y no miden las consecuencias frente a sus hijos”. Mariela V.: Yo creo que ninguna persona es violenta por naturaleza, esto depende mucho del ámbito donde se ha criado un hombre (que p. ej. desde chiquito ve como su papá golpea a su mamá). Es como un trauma y en algún momento no se sabe si está bien o mal golpear a una mujer. Si esa persona sufrió cuando su papá golpeaba a su mamá y lo tomó como un aprendizaje de decir ´Yo nunca le voy a pegar a una mujer´ es muy bueno. Pero hay personas que lo toman como que ´si mi papá lo hizo entonces yo también´. Depende mucho de la forma de vida que haya tenido el chico, el respeto que se le haya brindado y lo que esa persona quiera para su vida”. Gladis S.: “Muchas veces los hombres violentos son un producto de nosotros, las familias. ¿Cómo les enseñamos que la mujer es una persona con los mismos derechos, emociones, sentimientos, que el hombre no tiene más poder sobre ella misma si durante su niñez lo único que vio es más de lo mismo que hoy ejerce? El hombre no es violento por naturaleza: le enseñamos a ser machistas y se construye a una persona qué después violenta a otra que ama” Rosa G.: “Un niño que ve como su padre golpea a su madre continuamente, ese niño se hace de una imagen violenta. Es por esto que crecen con un pensamiento autoritario, de poder, de creer que solamente ellos tienen ese poder y esa autoridad sobre la otra persona”. Isabel M.: “Los hombres no son violentos -por naturaleza-. Hay un conjunto de emociones que los lleva a ser agresivos. Uno tiene que ver mucho con el crecimiento, de no querer que lloren, hacerle una imagen fuerte de los hombres, como que ellos son el pilar de la casa y las decisiones deben pasar por ellos”.

BIBLIOGRAFÍA: Carbajal, Mariana: “Maltratadas. Violencia de género en las relaciones de pareja.” Ed: Aguilar. Buenos Aires, 2014. Fidel, Carlos (coord.): “Mujeres: violencias y sociedad urbana”. Ed. Centro Cultural de la Cooperación, Universidad Nacional de Quilmes. Buenos Aires, 2014. “Manual de las Mujeres”. Programa libros y casa. Consejo Nacional de la Mujer. Secretaría de Cultura de la Nación. Colección C nuestra cultura.

 

 

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